Héctor cumplió dos añitos y le encantan las motos, sobretodo la suya, un correpasillos con el que juega muchísimo y que le hace pasar ratos muy divertidos.

Así que sobre esta temática centramos la fiesta, aunque como me apetecía alejarme un poco de la típica fiesta de motos y coches, le dí un toque un poco vintage con unas cajas decoradas con unos papeles preciosos y unas motos hechas con materiales de reciclaje y pintadas también con colores un poco retro. Como era un segundo cumpleaños, también puse muchos globos de colores que dieran un toque alegre y fresco a la fiesta.

En la papelería que diseñé busqué que predominaran los tonos naranja y verde, intentando que fueran esos también los colores predominantes en la mesa que decoré para el pequeño cumpleañero.

Para cada uno de los invitados preparamos unas gafas de piloto con goma eva que usarían en la carrera de motos que preparamos para después de la merienda.

También hicimos con materiales de reciclaje unas motos para jugar para cada niño. Lo que más les gustó es que las ruedas fueran cajitas y pudieran meter cosas.

Decoré unas cajas con papeles en verde y amarillo mostaza que me encantaron y que le daban un toque totalmente diferente a la mesa, aportando un toque vintage al conjunto.

La papelería personalizada que diseñé para este cumple consistió en cajitas para regalitos para los niños, toppers, envoltorios de chocolatinas, bandas para las botellas de agua y banderines.

Las chuches, con colores a juego con el conjunto de la mesa las distribuí en tarros.

Y después de haber repuesto fuerzas con la rica merienda, todos los niños, preparados con sus gafas de piloto y sus correpasillos y bicis sin pedales, se lo pasaron en grande con el circuito que les preparamos.

La verdad es que no sé quién se lo pasó mejor, si los peques con sus vehículos o los mayores animándolos y aplaudiéndoles.

¡Feliz cumpleaños, Héctor!